lunes, 16 de mayo de 2016

Mi primera Blythe

 
La primera muñeca en la vida de una niña es muy importante, y yo como muchas otras mujeres que conozco tengo un espíritu de niña.

 
Mi primera Blythe llegó hace cinco años desde Malasia, la trajo mi hermano Bernardo de regalo. En realidad le había insistido tanto que si iba al oriente me buscara una Blythe, que cuando salió del hotel y miró hacia el frente, no pudo ignorar la hermosa y llamativa tienda de muñecas. Se acercó y vio por doquier cientos de muñecas de colección. Cuál de todas ellas era mi Blythe. Él no podía saberlo, así que tomó muchas fotos para que yo eligiera esa especial que deseaba tener.
 
Y así fue que la marqué del sitio web de la tienda al otro lado del mundo y la elegí por su lindo y largo cabello castaño rojizo una Pow Wow Poncho original, de los modelos más antiguos, de cara brillante y ojos tristes que miraban al suelo.


Y ahí comenzó mi historia con las muñecas Blythe. Luego de unos seis meses con la visita de mi hermano llegó por fin la muñequita a Chile y la llamé Maillen, comencé a hacerle ropa tejida y a fotografiarla y me integré en el grupo nacional de coleccionistas "Cabezonas Chile" e intercambiar regalos, ideas y aprender todo lo que podía hacer con la little doll made in China.
Hice su blogs propio donde contar su historia, modificaciones, ropas y todo aquello de interés para compartir con quien quiera lo que he aprendido.



Primero ropitas feas y poco proporcionales.

A ropitas lindas y entalladas y ya con ganas de intercambiar regalos.

Hice colecciones de muebles.

Ropas combinadas conmigo.

Sesiones fotográficas por el mundo.


Colecciones de ropa hecha en casa para intercambiar.

Luego llegó la hermanita también de Malasia, a la que le puse como nombre Ailin una Takara Kiss Me True de pelo gris casi blanco y de chasquilla que actualmente tiene vida de muñeca normal en mano de mi hija de cuatro años, quien aprende a cuidar y vestir a una muñeca de colección.

Mientras Maillen, la primera sufrió una serie de cambios, de ojos, pestañas y luego con el nacimiento de mi segunda hija se fue a su caja por más de un año.
 
Un día de este año sucedió algo inesperado y maravilloso, una amiga coleccionista me ofreció customizar el rostro de Maillen, y de ser una muñeca sin vida, tuvo su oportunidad de ser única.

Y así sigue escribiéndose la historia de las muñecas y sus vidas plásticas.

Cambio de Cuerpo a mi muñeca Dal

 

Hace un tiempo compré una muñeca Dal (“luna”) del la linea de las Pullip.



Lo atractivo de estas como otras muñecas de origen oriental es que se pueden personalizar, modificar sus partes al antojo del dueño o dueña.

Luego de tener varias Blythe, una Dal es otro tema. Cuerpo muy delicado, ni pensar en pasarsela a un niño pequeño, sus brazos o piernas se pueden salir o quebrar, inclusive su cuerpo en general parece de mala calidad, pero su carita es muy especial y ello me hizo darle una segunda oportunidad y merecedora de algunas mejoras para que su vida de muñeca se alargue con partes nuevas, ya que cuando uno se involucra en esta cultura de las muñecas orientales personalizadas, entiende que no hay que dejarla guardada en la caja, sino intervenirla completamente, mejorarla o darle características al antojo de cada uno.

Así fue como con esta muñeca Dal que adquirí el año 2014 comencé una nueva aventura con las hijas plásticas.

Mi Dal venía con un hermoso vestido, medias muy delicadas, zapatitos, cartera, y su cabellera rubia rizada estaba envuelta con cuidado en una malla, es o era una "Dal Doll - Sakukra".




Como me costó unas tres o cuatro veces más barata que las Blythe, la posibilidad de customizarla me pareció menos arriesgada, así que partí a los pocos días rebajándole la peluca ya que además de peso a la cabeza, tenía un falso que daba la apariencia de volumen. Entonces debí operar, le abrí la peluca con una tijera fina y le saqué el relleno muy abultado y pesado, era como un género amuñado.


Su pelo quedó mejor, más natural y los gorros también le quedaban más naturales.

Luego me enfoqué en el cuerpo, muy suelto y blando, además de fragil como ya he dicho, y con la inmensa y pesada cabellera, era imposible que se quedara un segundo en la misma posición. Cosa muy importante cuando a nuestra preciosa muñeca la cambiamos de tenida y deseamos fotografiarla en diferentes poses de acuerdo a lo que permite su gran variedad de articulaciones corporales.

Así que con una amiga (Fran de Temuco) que quería solicitar un cuerpo para mejorar su Pullip, compramos cuerpos "obitsu" en Mimiwoo.com de Taiwan. Demoraron en llegar casi un mes, pero lo genial es que al pedir los dos obitsu no tuvimos que costear el envío y el precio muchísimo más barato de lo que cuesta comprar un obitsu en Chile y además hay que pagar el envío que acá es caro.

Yo estaba feliz con mi obitsu, y no me puse a pensar que no tenía idea en cómo se debía poner.


La Fran que vendría a visitarme para que customizáramos a las muñecas juntas me habló del tema y ahí

recién me di cuenta que nada sabía. Ella llevaba harto rato estudiando el tema de la cirugía de cuerpo. En resumen, había que cortar con sierra o corta cartón, había que lijar, despegar, desatornillar y atornillar. Casi una labor de bricolaje.

Decidí que no me haría tanto problema para adaptar el Obitsu y me puse a buscar por internet (allí están todos los tutoriales imaginables) algo más sencillo y con menos impacto en la muñeca: cambio de cuerpo sin abrir cabeza, y así lo hice, pensando que realmente lo que decía la chica que hizo el tutorial era genial, que todas las piezas Dal y obitsu de 23 cm eran cien por ciento compatibles, y que todo resultaría facil y genial, que sólo habría algunas diferencias entre el color de piel del pecho con el resto del cuerpo, pero que serían mínimos.

Esa operación la hicimos hace pocos días cuando la Fran nos vino a ver y compartimos una entretenida tarde de muñecas, a la que se sumó mi hija de tres años, que no pudo resistir la idea de customizar a sus propias muñecas con un cambio de cuerpo, claro que ella aún no tiene permiso de customizar muñecas, sólo desvestir y vestir, nada de rayar con lapiz pasta las caritas o maquillarlas del infierno (un día pintó a una muñeca con maquillaje artístico color azul, y no sólo la cara, también el cuerpo, y casi me morí cuando veo al bicho azul que tuve que despintar con pañitos húmedos).
Saqué los 3 tornillos de la espalda y saqué el mecanismo bajo el pecho del la Dal.


y por otra parte desarmé el obitsu y puse el mecanismo que saqué de la Dal en el obitsu, luego los junté.

Resultado el tronco quedó bailando y estaba peor que el cuerpo original, además de lo pesada de la cabeza y la soltura del cuerpo, la pieza que sujeta bajo el pecho al resto del cuerpo no se ajustaba correctamente, era más pequeña que la original del obitsu.


No quería tener una muñeca minusválida que sólo podía posar sentada o tendida y con algo que sujetara su cabellera abultada (como el respaldo de una silla por ejemplo).
Entonces le di una vuelta al tema, tomé conciencia que eran dos cuerpos diferentes parecidos en tamaño, pero no eran tan compatibles en sus piezas y engranes. Y para peor de todo, la pieza de la espalda del obitsu tendía a salirse cuando se doblaba hacia adelante.

Pasaron dos días sin atreverme a operar, pese a los muchos tutoriales que me envió Fran, ya había información equivocada en el tutorial que usé, sin advertencia alguna que las cosas no necesariamente resultaban, por lo que decicí contactarme con una experta, con una chica chilena que había customizado y modificado muñecas y sabía del tema por experiencia persona. Ella era Mota de Algodón (https://www.facebook.com/mota.dealgodon.3) que estaba asesorando también a Fran.

Junto con la experiencia en el tema de las muñecas y de customizarlas, Mota de Algodón es una avezada modista de tenidas miniatúricas para las muñecas cabezonas.

Ella me envió por facebook un set de fotos de su customización a una Dal y muchas acertadas explicaciones que me sirvieron mucho, además de darme el último empuje necesario para atreverme a operar a la muñeca en cuestión.

Había que cortar un trozo de uno de los cuellos que vienen junto al obitsu.


Para ello primero había que abrir la cabeza con desatornillador de cruz pequeño, hay 3 tornillos en la parte posterior de la cabeza, uno tapado por el pelo o peluca, por lo que además había que despegar el pelo, al menos el pelo en la parte posterior. Yo decidí despegar todo el pelo, ya que Mota de Algodón me dio la idea de dejar la peluca suelta para futuros cambios de look, si  e pega el pelo se maltrata mucho la cabeza. Así las pelucas se pegan con algo temporal no más.


Volviendo a los cortes para adaptar piezas del obitsu, usé corta cartón sobre una tabla donde cortamos pan. La primera pieza sería el tope del cuello para que se sujete la cabeza, y luego tuve que cortar también parte de la estructura del cuello de la obitsu para dejarlo a un alto adecuado para que no se tope con el mecanismo de los ojos o quede fuera de la cabeza.

Todo salió muy bien, no obstante que la cabeza daba vueltas en banda, ya que el cuello o estructura de cuello de los obitsu es muy delgada. Allí seguí el consejo de Mota de Algodón y le puse elástico, usé las gomitas que están muy de moda ahora para hacer pulseras y otras cosas. Usé aproximadamente tres gomitas para enanchar la estructura del cuello. Usé color blanco y ni se ven.


Pero pese a ello, una vez más vuelvo al primer punto, el pelo es muy pesado y la cabeza o el cuerpo después de algunos movimientos tiende a caer de nuevo. Por lo tanto lo que viene y el próximo capítulo es el cambio de peluca. Ya estoy cotizando algunas bellas pelucas de pelo corto, ya que son las más livianas y según mi experiencia las que deberían usar y traer estas muñequitas facturadas con cuerpos tan blandos y frágiles.


El mundo de las Dal
Las Pullip son unas muñecas coleccionables, creadas por la compañía de Corea del Sur Cheonsang Cheonha en 2003. Se caracterizan por tener un cuerpo muy articulado y una cabeza más grande de lo normal.

Pullip significa "una brizna de hierba/de la hoja" en coreano. Desde el lanzamiento de la muñeca femenina original se han añadido otros tipos de muñecos a la familia Pullip: sus compañeros masculinos Namu (árbol) y Taeyang (sol), su hermana pequeña Dal (luna) y Byul (estrella), la mejor amiga de Dal. Desde 2011 la serie de muñecas ha ganado un nuevo miembro, Isul (rocío), el hermano de Pullip. También hay una serie en miniatura formada por Angel Pullip y Angel Dal (ahora llamadas Little Pullip+ y Little Dal+).

Estas muñecas pueden ser customizadas haciendo modificaciones que las convierten en ejemplares únicos. Los últimos lanzamientos llevan pelucas que se pueden reemplazar y cuyo color de ojos puede ser cambiado fácilmente.


Dal

Dal es una muñeca más pequeña en la línea de Pullip, introducida en 2006. Se perfila como la hermana pequeña de 13 años de Taeyang. Dal es similar en tamaño a las muñecas tipo “hermana pequeña” como Skipper y Licca. Mide 26,3 cm, le llega a Pullip aproximadamente hasta el hombro.

El cuerpo de Dal es articulado. Sus ojos se mueven de lado a lado como los de Pullip, pero no parpadean ni se cierran. Dal se puede personalizar.

Dal (“luna”) se lanzó al mercado el año 2006. Se caracteriza por un rostro de labios fruncidos que le da un aspecto enfadado, si bien se identifica con una joven dulce y agradable.



Fuente: Wikipedia
http://revistacultural.ecosdeasia.com

La Gorra de Marino

 

Debo haber  tenido cuatro años y mi hermano Bernardo dos, cuando vivíamos en Puerto Montt en una gran casa estilo modernista de calle Vial, propiedad de un pintor.



Estábamos ocupándola por unos meses con la idea de comprarla.

En ese tiempo mi padre médico, era muy exagerado para tratarnos, nos protegía mucho -a mí y a mi hermanito Bernardo- de todo cuanto estuviera a nuestro alrededor. Vigilaba cada cosa que tomábamos por que podía tener "microbios" los que conocí en teoría mucho antes que los microscopios, no permitía que jugáramos con juguetes considerados por él como dañinos (bicicletas, patines, patinetas), que no nos cayéramos, etc. Era como si nos rodeara de cojines y algodones para llegar a adultos sanos y salvos.
 
Con esta manera de tratarnos y con sus manías de médico,  al salir al aire libre, él nos cubría la cabeza, para evitar que nos diera insolación sobre todo cuando jugábamos al sol, lo que parece muy lógico si nos pasábamos casi todo el día en el jardín. Como su palabra era ley la obedecíamos al pie de la letra aunque no entendiéramos bien la razón de la orden, así que nunca salíamos sin las cabezas cubiertas.
 
Un día llegó hinchado de felicidad con dos gorras de marino, una para mí y otra más pequeña para "Ber". Papá siempre nos contaba sus historias cuando fue médico de abordo en un barco mercante que fue a Europa e incluso nos mostraba fotos donde estaba parado en cubierta con un uniforme blanco y una gorra así como las nuestras. Con ese regalo era como si hubiera proyectado su sueño de volver a surcar los mares en nosotros.
 
Y por supuesto eso de disfrazarme de marino no me gustó -siempre fui un poco rebelde- pero después de su compra, al parecer los demás sombreros y gorros habían desaparecido de la casa, por lo que lo único para cubrir nuestras cabezas al ir al jardín o a la calle, eran las gorras de marino para evitar "la insolación". ¿Qué podía hacer yo?, no tenía elección.
 
Por supuesto en ese tiempo no podía conocer necesariamente el significado que “insolación” -palabra tan rara- tenía, más bien pensaba que debíamos ser sensibles a alguna enfermedad extraña o algo así, pues nadie que yo conociera debía cumplir con el ritual de cubrir su cabeza cada vez que salía fuera de casa, ni siquiera la Pili.
Ella era una compañera de pre kinder y amiga, que vivía a unas cuadras de distancia en la misma calle. Siempre jugábamos juntas en el barrio y no era raro que viniera a invitarme a su casa. Papá me daba permiso para salir, pero "no debía quitarme la gorra".
 
Me iba a casa de Pili a hacer lo que más me gustaba en ese tiempo: bailar. Entrábamos al living de su casa, ella ponía el tocadiscos a todo volumen y bailábamos la tarde entera los temas de Ray Coniff frente a un gran espejo de cuerpo entero.
 
¡Qué feliz me sentía al seguir el ritmo de la música! Sin embargo algo no andaba bien. Me observaba en el espejo mientras bailábamos y pensaba lo ridícula que resultaba mi imagen en movimiento: una pequeña niña trigueña con dos largos moños de resorte, vestido de vuelos y encajes, con zapatitos de charol, calcetas arrolladas y sobre la cabeza una gorrita blanca con listas azules y doradas, igual que las usadas por los capitanes de barco.
 
La Pili me decía que me sacara la gorrita marinera, para tener un look más acorde con el tipo de música, pero yo le explicaba lo de la insolación y ella mirando interesada me encontraba toda la razón, a pesar que no entendía ni pío a lo que me refería.
 
Tuvieron que pasar varios años, para que me diera cuenta que la insolación la causaba el sol y para eso era la gorra.
 
Tomé tan en serio la orden que me dieron, sin darme cuenta que no era necesario usar este artefacto dentro de la casa.
 
¡Qué importante es que los adultos les expliquemos a los niños el porqué de las cosas!
 
(c) Cuento Registrado en Derecho de Autor, Santiago año 1998 en un compilado, bajo el título "Cuentos de mi Infancia", prohibida su utilización sin citar autoría.

La Pulga

 Natascha, amiga y ex compañera de curso siempre ha sido bastante excéntrica, y tal como una vez me regaló una araña para el cumpleaños, le gustaba abrir moscardones, meterse por la manga de un brazo una rata y que apareciera por la otra o cambiar el azúcar de la sala de profesores por sal; cuando hicimos el trabajo voluntario de "reflejo condicionado" en el colegio, era inadmisible que a ella no se le ocurriera algo "diferente".
 
En realidad para su loco cerebro era imposible hacer cosas comunes y normales. Todo en ella era extraño, desde su familia, su forma de vestir, sus gustos, etc.; por lo que su proyecto de enseñarle a no saltar a una pulga -tarea difícil-, pues las pulgas se caracterizan por saltar lejos y hasta tres metros de una vez, no fue una idea extraña para los que la conocíamos bien.
 
Todos pensábamos que ella abandonaría su idea, tal como muchos dejamos rápidamente de lado las nuestras; por ejemplo yo nunca abrí el frasco donde estaba el grillo rojo al que le enseñaría a cantar o la Gaby Wahl nunca le enseñó algo al perro que se compró especialmente para tal efecto. Pero Naty se había tomado las cosas muy en serio y estaba absolutamente dedicada a domar su pulga, e incluso estaba pensando para después,  tener un completo circo de ellas y hacer funciones en el teatro "Diego Rivera".
 
Yo no podía creer completamente su nueva vocación circense, así que decidí ir a espiar a su casa unos días antes de la fecha de entrega, para ver cómo le iba con el entrenamiento o si todo era falso. Mis dudas se satisficieron de inmediato, pues llegó a recibirme a la puerta con su experimento en la mano: había colocado la pulga en un tubo de ensayo en forma horizontal y cada vez que esta saltaba, se pegaba y caía. Según ella de tanto chocar, no saltaría nunca más en su vida.
 
El cómo alimentaba al insecto fue lo que a mí me dio más curiosidad, pues en ese entonces no sabía que una pulga puede vivir un año sin comer nada. ¡Para qué se me ocurrió preguntar! Casi  me morí con la respuesta: se la ponía en la mano a su hermana para que la picara, por que según ella no le tenía alergia a las pulgas. ¡De esas dos locas no se hacía una normal!
 
Después de ese mes de arduo trabajo y muchas picaduras en la mano de la Erika, llegó el gran día: el debut de Natascha, pues era la única que había terminado el proyecto.
 
A primera hora de la mañana, ya se encontraba sentada muy orgullosa frente a su pupitre, con el tubo de ensayo en el que tenía en exhibición a su pulga, que se llamaba "Picaduras".
 
Cuando llegó la hora de biología, el profesor la felicitó por su constancia y dio un pequeño discurso, destacándola como ejemplo de para todos nosotros, que según él deberíamos haber hecho algo y no sólo dedicarnos a mirar, bla, bla.
 
Nuestra compañera nos había convencido a todos que el bicho no se movía desde hacía días y hasta el profesor lo creía firmemente, pues su mirada y actitud entregaban total seguridad de lo que iba a hacer, nadie podía dudar que todo resultaría perfecto.
El silencio reinaba en la sala, cuando sacó a "Picaduras" del tubo, la puso en su mano y antes de un pestañeo, la pulguita dio un inmenso brinco hacia quien sabe dónde y desapareció. Eso fue todo.
 
En el instante siguiente se armó un gran alboroto, todos se rascaban y gritaban seguros de tener el famoso bicho en alguna parte. Yo que soy alérgica me mantenía callada, incluso resignada, mientras la comezón me invadía, pues estaba convencida de tener la pulga, ya que tengo la mala suerte de ser apetitosa para ese tipo de insectos.
 
Permanecí el resto de la mañana asustada -aunque creo que todos lo estuvimos- y cuando llegué a casa empecé a sacarme la ropa desde la misma entrada de la casa. Papá miraba asombrado, Ber abría sus ojos tirándose el pelo, quizás pensaban que ahora sí estaba desvariando, pues fui dejando un reguero de ropa hasta la puerta del baño, que mamá recogía pacientemente sin preguntar.
 
Cuando estaba desnuda y un poco más calmada le conté mi historia e inmediatamente puso todo el uniforme en agua para que el bicho muriera ahogado.
 
Pero... en eso me llama Natascha y me cuenta que finalmente encontró a "Picaduras", que estaba en su calcetín. ¿Pero cómo supo que era la misma pulga?
 
¡...Muy simple, por que no saltó!

(c) Cuento Registrado en Derecho de Autor, Santiago año 1998 en un compilado, bajo el título "Cuentos de mi Infancia", prohibida su utilización sin citar autoría.

domingo, 15 de mayo de 2016

La Guerra de Barro

En el jardín de mi casa de Pelluco, había un lugar especial para los niños.

En medio del prado y oculto tras unos arbustos de bellas formas y diferentes tonalidades se recortaba un gran agujero rectangular relleno con arena de playa hasta el mismo borde, nosotros simplemente lo llamábamos "Arena". Era un rincón que frecuentábamos regularmente los días en que había buen tiempo. En él jugábamos haciendo volar nuestra imaginación creando innumerables cosas, como montañas, caminos para los autitos de juguete, túneles, construcciones con ramitas y hojas, etc. Pero existía una constante atracción, casi instintiva, a cavar más profundo para encontrar la tierra que se ocultaba bajo la capa de arena, que papá -intuyendo nuestras inclinaciones- rellenaba constantemente. ¿Y para qué? Para jugar con barro.
Era maravilloso usar agua suficiente, como para que unos puñados de negra tierra se transformaran en una masa suave, espumosa, que revolvíamos con los brazos embetunados hasta el codo y que se resbalaba delicadamente por entre nuestros dedos. Cuando nos descubrían  en estos juegos tan placenteros, éramos llevados directo al baño, donde entre reclamos y zamarreos nos lavaban parte por parte y lo más difícil era lograr blanquear nuestras uñas que quedaban inutilizadas, sin embargo pasaban unos días y volvíamos a encontrar tierra...Muchas veces en las lagunas de barro, aparecían extraños gusanos venidos de las profundidades o insectos de formas inimaginables que se sacudían tratando de escapar de una muerte segura, pero los dejábamos flotar imaginando que eran bañistas en el Mar Muerto o los únicos sobrevivientes de un diluvio.

Esos juegos siempre tenían como consecuencia quedar embetunados con un poco de barro en los brazos y la ropa, mientras hacíamos túneles, pero nunca había ocurrido algo tan impensado como lo que pasó aquel día viernes en que invité a mi amiga Gaby Wahl a jugar a la casa después de clases.

No sé cómo ocurrió ni en qué momento empezó, creo que sólo fue culpa de esas cosas incomprensibles que nos acercan a lo irracional, por las que uno es niños y no adulto.

Jugábamos como tantas veces en la arena con muñecas pequeñas, pensando que estaban en la playa tomando sol o algo así, cuando el juego cambió al comenzar a cavar y encontrar debajo la famosa y tentadora tierra, que no nos demoramos nada en mojar con unos baldes llenos de agua.

No puedo recordar quien empezó la famosa guerra de barro, pero sí me recuerdo tirándole una gran pelota a la Gaby en plena cara y ella contestándome divertida con un proyectil entre la blusa blanca y el jumper de colegio. Así entre gritos y risas nos descubrió mamá, que casi muere de un ataque, pensando qué iba a hacer con mi amiga, que era tan rubia como los pelos del choclo, tan blanca como la nieve sin siquiera un lunar o una peca que oscureciera su faz y ahora estaba convertida en una masa café entre la que brillaban llenos de risa y complicidad sus ojos verdeazules.

Mamá la agarró de un ala sin decir nada y partió con ella al baño. Yo la seguí silenciosa, todavía medio sonámbula por la adrenalina generada en la guerra.

La metió de cabeza al lavamanos. Mientras trataba de blanquearle la cara y volverle el color a su pelo amarillo. Yo reía, en realidad a esas alturas mamá también reía; si las dos parecíamos verdaderos monos de barro. Después de la limpieza nos sentamos a la mesa como unas señoritas a tomar once, olvidando todo lo ocurrido.
A la hora en que llegaron a buscarla, Gaby estaba tan blanca y pulcra como siempre.
(c) Cuento Registrado en Derecho de Autor, Santiago año 1998 en un compilado, bajo el título "Cuentos de mi Infancia", prohibida su utilización sin citar autoría.

Arañitas de Regalo


Uno de los regalos de cumpleaños que más recuerdo, fue el que recibí de mi amiga y compañera de curso Natascha. No sé que edad habré tenido, quizás unos diez o doce años. Fue el último cumpleaños que celebré en Pelluco y también el último con mis compañeros del Colegio Alemán.
Ya sabía qué me iba a regalar Nati, pues vi a su mamá cargar un puzzle con una imagen de un caballo blanco a la salida de clases, sin embargo ella me avisó esa mañana que llegaría con un regalo especial, pero no quiso adelantarme qué era. Esa tarde, llegó con el famoso puzzle de caballo, que sabía que lo había elegido su mamá; pero ese no era el regalo que a ella le interesaba darme, sino otro, uno diferente a todos los que reciben las niñas de mi edad, que aún acostumbraban usar vestidos a lo frutillita village  y creo que a pocas les ha tocado el privilegio o el horror de recibir, a no ser que se los envíe alguien malintencionado.
Natascha traía su "regalo" escondido detrás de la espalda y me dijo acercándose: "te he traído un regalo especial" y  me tendió la mano derecha en la que sostenía un tarro de café sin etiqueta. "Ábrelo" - me dijo- "¡Es una araña!". Me paralicé inmediatamente, pues siempre le he tenido miedo a esos bichos, sin embargo, me armé de valor para abrirlo, pues no tenía derecho a defraudarla, al fin y al cabo era un regalo.
Sus ojos se agrandaron mirándome con impaciencia, mientras retiraba la tapa, imagino que no quería perderse la cara que  pondría al ver por primera vez este horrible bicho, bien sabía ella que les tenía temor.
Al abrirlo, vi que en su interior había una  pequeña araña patas largas de color café moviéndose frenéticamente para tratar de escapar, que con el reflejo metálico del tarro, crecía increíblemente en sus proporciones, muchas de las invitadas se asustaron al verla, otras ni siquiera se atrevían a mirar, pero ella estaba hinchada de orgullo por su original regalo. Lo cerré lentamente, tratando de conservar la calma y traté de cambiar de tema.
En un descuido de mis invitadas, dejé "olvidado"  el tarro en el jardín; "una araña menos para este mundo", - pensé- "este bicho jamás volverá a salir del tarro".
Más tarde, al irse todas mis invitadas y ya casi de noche, tomé el tarro y lo lancé por el cerco, al patio de los vecinos, "¡adiós arañita!", dije. Pero esto de deshacerse de las cosas así, era demasiado fácil para ser cierto. Así resultó que a la mañana siguiente, cuando miré al jardín ahí estaba el famoso tarro de nuevo. Seguramente la Yoya, mi vecina, que también asistió al cumpleaños lo reconoció y me lo tiró de vuelta, imagino que no estaba de acuerdo con quedarse con la araña.
FIN
(c) Cuento Registrado en Derecho de Autor, Santiago año 1998 en un compilado, bajo el título "Cuentos de mi Infancia", prohibida su utilización sin citar autoría.

Cuidado!!! Ratas y bebés lactantes una mala combinación


animales-ratas.jpg
Antes de que nazca la Valentina ya me habían advertido, pero no me preocupé mucho de ello, al fin y al cabo tenía todo bajo control, y lo esencial, la limpieza de todo al 100%.
Una persona de cuidad como yo pensaba que era una historia del campo no más, de tantos mitos que rodean a la gente que muchas veces por bajo nivel cultural creen o relacionan cosas que no son.
Eso pensé yo cuando mi nana Roxana me habló de los ratones y las guaguas. “Tenga cuidado con los ratones en el invierno, se dejarán caer en su casa cuando tenga guagua, eso de los pañales y el olor a leche los vuelve locos”, me dijo, cuando nos rompíamos la cabeza pensando por qué la cabaña 5 de nuestros arrendatarios que habían tenido bebé recientemente, era asolada por ratones y/o lauchas por tercera vez, pese a todo el veneno y estrategias de desratización. “Pero bueno, la dueña de casa no era la más limpia, había mucha mugre y restos de comida, y se volvía loca echando nanas, ya creo que el problema fue también ella más que las nanas”. Por otro lado mi propia nana tampoco era de las más limpias del mundo, su casa no era un ejemplo, además con niños chicos, siempre había restos de comida por todos lados, sobre todo comida chatarra, las papas fritas, maníes, mayonesa, siempre andaban por ahí y son muy atractivos para los ratones. “Ella es medio cochinita” pensé yo, su casa no es un ejemplo de la limpieza, por lo tanto si a ella le pasó también, es por que la limpieza es poco prolija, ni comparado como en nuestra casa, todo impecable.
Y llegó nuestra bebé, luego el otoño, la lluvia y… los ratones!! Pese a las campañas de desratización, parecía que los ratones se empeñaban por atacar nuestra casa, ya que ninguna de las otras cinco cabañas sufría de los embates de los ratones. Dormíamos sentados con la luz prendida, escuchando rasguños y mordiscos en alguna pared cercana. Extremamos nuestras precauciones con la limpieza, alimentos, olores. Pusimos 2 gatos eléctricos, afuera de la puerta dormía nuestra gata Merkén de punto fijo, mientras el otro gato rondaba el jardín, como sabiendo que estábamos siendo atacados y había que vigilar. Mi guagua, extra limpia, cambiada de ropa al instante apenas había algo sucio con leche. Los pañalitos en bolsas cerradas. Pero bueno, una noche de lluvia al volver de la ciudad, nos encontramos con que nuestra nueva nana había hecho la limpieza y había desenchufado los gatos eléctricos… y pasó lo que temíamos. Entró una laucha que sólo dejó su huella en el desparramo de veneno para ratones que pusimos por toda la casa en los rincones preferidos. “Igual morirá” me dije, “y de seguro llevó más veneno al resto de su familia”.
Enchufamos nuevamente los gatos eléctricos, más veneno, revisamos diariamente los tubos con veneno alrededor de la casa para poner más si se lo han comido, y hemos logrado muchos avances, llevamos más de 1 semana sin nuevos ataques, pero ojo, la clave es:
- Guagua limpia siempre (día y noche), nada de olores a leche, si vomita y se ensucia, hay que cambiar todo lo que se haya ensuciado, nada de dejarlo hasta el otro día.
- Limpieza al 100% nada de olor a leche, caca ni pipí, (incluyendo a la ropa de la mamá que está amamantando).
- Gatos eléctricos (yo prefiero 2 o 3 por si acaso y hay que cambiarles constantemente el sonido para que no se acostumbren los ratones)
- Veneno afuera (puesto en tubos de pvc para evitar que las mascotas coman)
- Veneno adentro de la casa
Ya hemos podido dormir mejor estos días. Hace pocos días, cuando visitamos al pediatra, por supuesto que hicimos la pregunta, ya que como citadinos, nos costaba caer en “historias (histerias) del campo”. ¿Es verdad que los ratones atacan las casas con bebés en época de lactancia? El doctor nos habló que científicamente no se hablaba nada, pero luego de las miles de mamás y papás que hacían la misma pregunta que nosotros, él estaba en condiciones de afirmar que el olor a leche y sus asociados, atrae a los ratones, tengan o no tengan hambre. “No es la guagua la que los atrae, es el olor a leche y eso incluye a la mamá que es la que genera la leche si es que está dando de mamar”.
Aunque por lo general los ratones no atacan a las personas, una guagua sucia, con olor a leche, es muy atractiva. Mi mamá me cuenta que cuando era pequeña y estudiaba en una escuelita de un pueblo de la novena región (Chile), era muy común que sus compañeritas de curso que vivían en el campo llegaran con sus orejitas mordidas de ratón.
Volvemos a lo mismo, la higiene es la clave para evitar que un ratón hambriento se acerque a un bebé hediondo a leche, que no puede moverse para defenderse. No es común encontrar noticias de ataques de ratones, pero si tú lees este artículo y estás sufriendo ahora por tu bebé, no esperes que entren los ratones a la casa, actúa antes. Al menos yo no dejaría a mi guagua sola en otra pieza con olor a leche, y menos en este, su primer invierno en el mundo, más aun viviendo en el campo.
Escribí esto, ya que lo primero que hice fue buscar en internet, y no encontré nada relacionado y es bueno compartir las experiencias, aunque no todas sean las mejores.

Cómo duerme una embarazada sin morir en el intento?


Esta es la pregunta que me he hecho desde hace una semana, cuando ya de lleno en el tercer trimestre de embarazo, descansar acostada es un suplicio, pues tendida no hay cosa que no me duela, moleste, punce, tironee, etc.
como+un+bebe+gato.jpgEste es un tema realmente personal e independiente, cada una de nosotras, que a la hora de estar embarazadas, tenemos características físicas individuales, molestias distintas, hinchazones variadas, camas diferentes, cojines distintos, etc. Sólo les narraré mi historia, si a alguien le sirve o se siente tocada con ella, y algunas de mis ideas le sirve, genial.
Busqué mucho rato por internet para encontrar algunas ideas que fui probando hasta adaptarlas para mí. Si estás embarazada y nada te resulta cómodo al dormir, tendrás que comenzar a tener paciencia probando cada noche qué es lo que te conviene a tí, que de ésto se podrían escribir libros.
Y por favor, no me den el consejo del cojín entre las piernas (como si fuera la panacea), que para mi caso, ese cojín ha existido en tamaño creciente desde mi segundo mes de embarazo, y sirve para ese punto focalizado del cuerpo (entre las piernas), pero no para el resto del cuerpo. Y el cojín para que no se acalambren las manos por los problemas de circulación que se producen en manos y pies en el embarazo? Sí... ya lo conozco y eso 100% resuelto.
Es demasiado difícil adaptarse a los cambios tan bruscos del embarazo semana a semana. Hasta hace 7 días la bebé crecía sin problemas y yo dormía como gatito, estirada, regio, sin calambres, de corrido toda la noche -exceptuando las típicas idas al baño- pero en general relajada y feliz, sin sentir los ronquidos del futuro papi.
Hasta hace 1 semana, la posición ideal era de costado hacia la izquierda, la mejor pose para que la bebita duerma bien y la irrigación sanguínea sea excelente según recomiendan los médicos. Ahora esa posición también me hace doler, es que el útero presiona mis costillas y mi estómago que ya están muy aplastados. Unos minutos en esa posición horizontal (o con las rodillas dobladas que era genial) y empiezan los dolores.
Para el costado derecho, desde hace dos meses más o menos ya me dolía mucho el hígado cuando estaba más de 10 minutos hacia allá, imposible dormir.
Que de espalda? Decontorsionista+3+gato.jpgespalda las embarazadas ya prontas a parir, nos ahogamos como elefantes en tierra! Ninguna posibilidad, igual que de guata que era mi posicón favorita antes del embarazo y que extraño en mis noches de insomnio.
Algunas colegas embarazadas no pueden conciliar el sueño porque dicen las despierta el bebé con sus patadas, menos mal no es mi caso, mi niñita es una ternura en la noche, patea suavecito y sus ejercicios más fuertes por lo general son en la tarde y la mañana, no de madrugada cuando su mami duerme.
Los cojines y almohadones, aliados o enemigos?
Comencé a dormir sólo con un cojín que creció hasta ser un almohadón entre las piernas y dos más delgados en la cabeza, donde ponía las manos entre medio para que no se me acalambraran. Anoche conté 5 almohadones y cojines, incluyendo el famoso cojín para amamantar, que al tener una fotma de U gigante, al menos me ayuda para no rodar en la cama y quedar tendida de espaldas.
Que el colchón? Nada que decir, el colchón es magnífico, ni muy blando que se hunda ni muy duro que no se amolde al cuerpo, eso es una ayuda, pero no suficiente.
Mi marido, desde hace unos días está aislado, exciliado en el último rincón de la cama, ya ni reclama, ya ni cree que exagero o alaraqueo, está seguro que para mí dormir es un suplicio.gato+dormido.bmp
Si pudiera dormir colgada como los murciélagos, les juro que lo hubiera intentado, pero... de seguro me daría reflujo. Y parada afirmada contra la pared, sería maravilloso si después de un rato no comenzara a doler la espalda en "ese lugarcito" que nos ayuda a estar en equilibrio con nuestro abultado abdomen.
Entonces qué hacer? Bueno, últimamente he recurrido al último recurso -que luego de 5 o 6 noches de intentar cosas no había probado aún-, que de verdad colegas embarazadas, nunca pensé en usar: "dormir sentada", y fíjense que duermo semi sentada de lado izquierdo, de frente y de lado derecho, y logro de verdad conciliar el sueño por mucho rato. No les diré que duermo como lirón, o tan profundamente, pero al menos no me despierto con tanto sueño en las mañanas, ni adolorida para cambiar de pose. Por supuesto en medio de los cojines el cojín para amamantar es mi soporte para la espalda, la barriga, cuello, es genial!!! Cómprense el grande que parece una serpiente que se une en los extremos con cordones (queda como un nidito).
Otra cosa que me ha servido es ponerme los audífonos con música y me relaja bastante y me ayuda a dormir más rápido.
Pero ojo, lo malo de dormir sentada o semisentada, es que poco a poco mientras nos vamos durmiendo, nos vamos hundiendo en la cama, por lo que una no alcanza a pasar así toda la noche. A mi marido anoche se le ocurrió que podía ayudarme... poner otro cojín en el fondo de la cama para hacer "sabanitas cortas" o sea, para que no pueda hundirme hacia abajo de la cama más de lo necesario. Esta noche probaremos una adaptación a ello, ya que el cojín que le robamos al sillón porque era el más duro, igual tiende a moverse fuera de la cama, entonces para que se mantenga firme pondremos una tabla entre el colchón y la marquesa, que lo sostenga en su lugar.
No obstante todo ello, dormir sentada con 3 almohadas en la espalda, más todas las otras almohadas al rededor y abajo, no es lo que digamos una comodidad, ya que si nos damos vuelta, siempre hay alguna que acomodar o que se cae de la cama. Ello me ha llevado a tener fantasías con una silla de playa color rosado -que por cierto está en la casa de playa- y de la que tengo cómodos recuerdos tendida las tardes de verano sintiendo la brisa marina.
He fantaseado que si durmiera ahí, estaría 100% cómoda y que me sentiría realmente feliz al despertar. Estoy que la voy a buscar.
Pero bueno, el tiempo pasa y el sueño lo quitará ese maravilloso llanto con hambrecita a cualquier hora. Y es ahí donde de nuevo nos salvará la almohada para amamantar "grande", creo que dentro de todas las almohadas y almohadones, esa fue la que más cómoda me mantuvo por las noches y es un verdadero refuerzo para dormir cómoda. Como 6 almohadas en una, comoartiré algún link para que la busquen, investiguen y decidan informadas.
las de Chile, busquen en el Hiper lider, en la parte de bebés, si no la ven, pidan ayuda, a veces cuesta encontrarla pero por ahí está.
Yo usé una como ésta y logré dormir bastante mejor, fue un descubrimiento muy agradable:
almohadas-embarazadas-2.jpg

Diario de Vida de Merkén (Una gata adolescente como otras)


Esta es la historia del primer agosto que pasaron mis gatos, mis primeros gatos en la vida, es narrada por la

protagonista de la historia, la gatita Merkén, una mezcla de colores y razas, pero orgullosa de su belleza como cualquier gata.
23 de Julio:
Desde que me acuerdo que vivio en el campo "Ruta de Colonos" con mi amigo Tomy un gato plomizo que juega conmigo, todos los días han sido juegos y diversión, sobre todo cuando se trata de capturar ratones y tratar de atrapar pajaritos.
Nadie me había hablado de Agosto, hasta el otro día cuando el Tomy desapareció por una noche completa, y la Roxana que nos da comida, me dijo: "parece que está llegando Agosto y se viene el amor!!!". Yo me comí mi desayuno de salmón con sardina y esperé que llegara el Tomy para que me contara algo de su trasnoche, cuando llegó etaba cansado y durmió casi toda la mañana.
Pero eso no se acaba ahí, creo que recién comienza... mi mami Gaby dice que es Julio, y que en Julio hace frío y hay que quedarse en casa durmiendo para no pisar la escarcha, pero esta mañana sucedió algo muy inesperado, algo que no sé cómo describir, ya que sé que soy linda, pero nunca me había sentido más linda que hoy... miau miauu!!

En la mañana, cuando salían los primeros rayos del sol, me asomé a la ventana a mirar el jardín, cuando de pronto vi un enorme príncipe color amarillo que me observaba desde un árbol. Sí, quizás crean que estoy loca o vi visiones, pero era el gato más buenmozo que he visto. Y bueno, el único que conocía era Tomy, así que no sé tanto de belleza. Es un gato atigrado amarillo con blanco, musculoso, con una cola peluda, ojos color miel y debe ser 3 veces más grande que Tomy, yo creo que debe ser basquetbolista, miauuu, miau!!
Bueno, me subí al marco de la ventana para mirarlo mejor, y en eso pasó lo más expectacular que me ha sucedido en toda la vida!!! El príncipe amarillo se puso a cantar y cantar una canción maulladora que nunca había escuchado!!!! Miau mmmiiiau!!
El Tomy que se despertó ronroneando con la canción, me dijo... "Oye Merkén, tienes un pretendiente!!! Ja ja ja ja ja!!!"
"¿Qué es eso?", le pregunté.
"Que tienes un enamorado que te ha venido a cantar una serenata para declararte su amor", dijo mi amigo Tomy, y añadió que hace unos días fue a cantarle a una gata que vive a dos campos de acá y la muy pretenciosa ni lo miró. Ah!! Ahora entendí por qué Tomy no llegó a dormir.
"Entonces no tengo que mirarlo mucho?", le pregunté, "no sé nada del amor gatuno, y por muy lindo que se vea, quizás le guste rasguñarme..."
"Mira", dijo Tomy,  "no sé... pero de verdad que canta fuerte ese gato, ahora ya no voy a poder seguir durmiendo".
En eso mi mami Gaby se despertó y sacó la cabeza por la ventana del dormitorio de su cabaña -que mira hacia la nuestra- y retó al príncipe amarillo, le dijo que se fuera. Pero él no le hizo mucho caso y se escondió debajo de mi cabaña donde siguió cantando toda la mañana.
"Te espero acá debajo de la casa", me dijo, "me llamo Pituco y quiero conocerte".
Ahora yo no sé qué hacer, tengo un poco de miedo, así que mejor que se quede ahí, yo prefiero ir a jugar con el Tomy al jardín.
Y volviendo a mi reflexión del comienzo, sí, es julio aún, pero cuando hablan de Agosto el mes de los gatos es porque es el mes en que llega el amor.
Me enamoraré de Pituco?... 

24 de Julio:
Ya!!! Todo es demasiado raro y misterioso. Resulta que desde ayer en la tarde el Tomy, que parecía estar de lo más tranquilo con la visita de Pituco, se enojó y ya ni me habla. Sólo me manda a que me quede encerrada en la casa y no hable con nadie... qué se ha imaginado? No entiendo a los machos.
Y después Tomy me dice que Ruta de Colonos es su terrritorio, que yo soy su gata, y que Pituco o... "cómo se llame", es un intruso que tiene que irse y no volver nunca más. Está insoportable, y yo no sé qué hacer para que no ande tan enojado, salto delante de él con la pelota, me doy vuelta de carnero, subo a los árboles y lo invito a subir.. pero nada, está taimado... miauu miauuu.
Creo que si viene de nuevo el principe amarillo esto va para pelea. El Tomy es muy bueno para los rasguños y tiene las uñas muy largas y afiladas, pero sigo pensando que Pituco además de ser demasiado musculoso y regio, es muy grande para Tomy.
Pero al parecer en el primer encuentro el tamaño no fue tan importante comoyo pensaba, ya que Tomy encontró a Pituco mirándome desde debajo del auto de mami Gaby. Le vino la rabia y en un segundo, se puso a gruñir, se le pararon los pelos del lomo y se estiró tan alto como Pituco, arrugó la nariz mostrando sus colmillos y lo agarró de las mechas con la pata derecha.
Lo único que vi saltar fueron pelos amarillos, pobre príncipe amarillo, parece que sabe mucho de básquetbol y poco de lucha. Y cómo podía saber este gato que el auto es el lugar favorito del Tomy y que la mami Gaby al único que deja cuidárselo es a él.
Mejor voy a cerrar los ojitos, no quiero ver más peleas, y eso que faltan varios días para Agosto, uy!! qué susto!! Miauuu miau.

25 de julio:
Querido Diario, desde ayer en la tarde que está lloviendo, Pituco no ha vuelto, pienso que es porque no le gusta el agua. El día está muy aburrido, era lindo eso de que me cantaran canciones.
Anoche me acosté muy tarde estoy toda ojerosa, es que el Tomy está obsesionado con el tema de "su terrirotio", dice que no dejará que "el enemigo vuelva".
Se quedó debajo del auto de la mami Gaby haciendo guardia... yo me quería ir a acostar a mi sillón, pero nada, Tomy me gruñía que "ahí no más te quedas, donde mis ojos te vean". Está imposible, enojado e insoportable, miau, miau.
La mami Gaby está estresada porque el Pituco antes de irse marcó una señal en la puerta de su casa para mí, para que no me olvidara de él, parece que se dio cuenta que duermo siesta en el felpudo de la puerta. La mami Gaby, ha frotado toda la puerta y el piso con unos guantes de goma amarillos, pero no logra borrar el perfume que marcó Pituco, dice que "ese gato pulguento no puede volver, que nunca le habían hecho pipí la puerta, "qué insolencia" dijo, "qué gato más hediondo". A Tomy le advirtió que "todo ruta de Colonos es tuyo, pero no vayas a hediondarme el auto con marcas de pipí". Bueno, como él es "mamón" le dijo que sí al tiro, que si quería le cuidaba el auto toda la noche, que no era necesario poner alarma. Miauu.. miau.
Bueno, ahora estoy en mi cabaña esperando que nos abran la puerta, me encanta chapotear en las pozas de agua, dicen que soy una gata rara... "gata de agua". Pero los días de lluvia me dejan salir un ratito no más, ya que dice la Roxana que si nos mojamos nos podemos resfriar o nos pueden salir hongos.
Del Tomi, no quiero hablar mejor, ya que como hizo guardia toda la noche, ahora duerme.
Menos mal!! Así podré mirar por la ventana, a ver si vuelve Pituco... miau..miau

Viernes 29 de julio
Querido diario, no había tenido tiempo de escribir, en realidad, tampoco habían pasado tantas cosas. Todo había vuelto a la normalidad, la rutina y los juegos, acompañar a Roxana en el jardín, ir a visitar cada una de las cabañas de Ruta de Colonos, perseguir pájaros, por cierto el Tomi ya se había relajado y me hablaba. Volvimos a ir a calentarnos juntos las patitas al auto de la mami Gaby. Y Pituco no volvió a dar señales de vida, hasta sus marcas se fueron borrando con la lluvia, y casi ya me olvidé de él.
Pero anoche todo cambió, cuando Roxana nos llamó a cenar, Tomy no vino. Salimos a buscarlo por todos lados, pero no hubo caso. Su plato quedó servido y no volvió en toda la noche, dejaron nuestra puerta abierta (tenemos una puerta especial en nuestra casa adaptada a nuestro tamaño donde no pueden entrar perros), pero nada de nada. Salí toda la noche a buscarlo por el jardín, pero ni rastros de él, miau, miauuuuu.
La Roxana le contó hoy en la mañana a mami Gaby que Tomi no había llegado tampoco a desayunar, que estaba desaparecido, quizás persiguiendo a alguna gata por ahí, muauuuuu.
"Lo que más me preocupa es que lo atropellen", dijo la mami Gaby, "este gatito no sabe cruzar la carretera solo y un auto o camión puede pasarle por encima".
Bueno, pasó toda la mañana y ya llegaba la hora de almuerzo, yo me fui a acostar a mi sillón, pues a esta hora le llega sol. En eso llega la mami Gaby con Tomi en brazos se asoma por la ventana y me lo muestra.
Casi me saltó el corazón de alegría, pero igual me hice la fuerte y me quedé en el sillón, miau, miau.
La mami Gaby lo trajo hasta su plato que estaba lleno de comida y dijo que lo encontró frente a la ventana de su casa chupando el rocío del pasto y tratando de capturar un insecto para comer... o sea muerto de hambre. Miauuu
Yo me alegré harto que haya vuelto, él se hace el leso como si nada hubiera pasado, y yo acá muerta de miedo toda la noche... miauuu miau

Domingo 7 de Agosto
Querido diario:
Perdona que no te haya escrito en tantos días , pero la verdad es que los días se habían hecho bastante monótonos, todo igual, y el Tomy desapareciendo todas las noches, como que de molestarme con esta situación ya me daba lo mismo si estaba o no, total siempre está durante el día para jugar y ya no tengo miedo de dormir sola o andar por el jardín de noche. Igual he aprendido cosas, por ejemplo, no me había dado cuenta de que mis ojos ven tan bién en la oscuridad!! Miauuu!!
Sí, sé que hoy ya es 7 de agosto, o sea ya no puedo decir que no estoy en el Agosto verdadero!! Y bueno como el Tomy se escapaba por nuestra puerta, mi mami Gaby mandó a clavarla, ya que además yo también me escapaba y ella decía que me iba a resfriar con el frío de las noches y la escarcha del amanecer. Sí, por cierto, ella también perdió las esperanzas de que Tomy sentara cabeza. Mi mami dice que "Tomy se dejó llevar por los instintos de la naturaleza" y que no hay nada qué hacer al respecto sino esperar que pase Agosto, y/o que no lo atropellen en la carretera.
Yo me porto muy bien, siempre estoy al rededor de mi casa, cerca de la leña o afuera de la casa de mi mami, para que me rasque la guata cuando sale a buscar leña. También como mis comidas y bueno, a veces me aburro cuando estoy sola, no es lo mismo que tener un compañero de juegos!! Miiiauu!!
Y bueno, hoy desperté una vez más sola, pero no por mucho rato, ya que volvió el Pituco a visitarme y a cantarme una nueva canción!! La primera en darse cuenta después de mí, fue la mami Gaby, que para variar sacó la cabeza por la ventana lo que asustó a Pituco, pero no por mucho rato, ya que cuando salí a pasear después de tomar mi desayuno de carne con verduras, allí me esperaba, justito debajo de la ventana donde lo había visto la primera vez. Miau, miau!!
Comenzó a cantarme de nuevo, y nada qué decir, tiene muy linda voz, y su pielcita amarilla es suave y peludita como la mía, me gusta harto este gatito. Y no lo puedo negar, me gustó que llegara a acompañarme, ya no me sentí más sola. Miau, miau!!
"¿Quieres pololear conmigo morenita linda?", me dijo Pituco. Yo no supe qué decirle, me dio vergüenza y me puse toda colorada y tiritona. Miauuu... uu... uu... u!!
En eso salió la mami al patio y yo corrí donde ella a saludarla y a preguntarle qué es eso del pololeo y si era malo. Ella me dijo que era normal en los gatos y gatas pololear en el mes de Agosto, y dijo también que, "Bueno, si el Pituco era tan empeñoso y cantor, por qué vamos a echarlo de nuevo?".
Entonces me dió permiso para pololear, pero con la condición que Pituco no hiciera pipí en la puerta ni en el auto de la mami. Luego ella me tomó em brazos, me rascó la cabeza y la guata y me fue a dejar junto a la ventana donde estaba escondido Pituco.
Bueno, y así pasamos la mañana, paseando por el jardín, él se escondía entre las plantas y me cantaba una canción, yo me arrancaba jugando a las escondidas y él me seguía, lo pasé muy bien!! Miiauuu!!
Ay diario, otro día te sigo contando más, ahora tengo mucho sueño y voy a ir a dormir a mi sillón. Ah! Y quiero decirte que estoy muy feliz de estar pololeando!! Miauuuu!!!!

11 de Agosto
Querido diario miauuuu miauuu!!!!
Estoy muy contenta, pues aunque no lo crean el Tomy volvió a casa a dormir conmigo! Y todo gracias a mi mami Gaby que lo trajo anoche.
El Tomy estaba medio enojado y se hacía el interesante, pero no me contó nada de lo que ha pasado durante estas noches que no venía.
Pero esta mañana la mami Gaby me contó todo!!!
La verdad era que el Tomy nunca fue a ver a ninguna gata, la única gata de su vida he sido yo.
Qué confusión!!!
La mami me contó que todas las noches antes de acostarnos el Tomy que se recorría el complejo de cabañas, iba a llorar a una cabaña en especial, y ello era porque la persona que allí vivía se había compadecido de él pensando que tenía frío, hambre, y que estaba solo, entonces lo entraba, lo subía al sillón, le daba comidita especial y luego se quedaba a dormir adentro de la casa!!!!
O sea el Tomy no andaba con otras gatas del barrio como él decía -yo creo que ni sabe cantar todavía-, sino que se quedaba ahí acostadito cerca de la combusión lenta de la otra cabaña, mientras yo me quedaba en mi casa sola en el sillón enrollada y sin compañía. Miiiau, miiiau!!!!!
No supe si reírme o llorar cuando me contaron. O sea él prefería las comodidades de la  buena vida a una gatita simpática y linda como yo... y en Agosto el mes del amor de los gatos, él estaba armando amores con personas!!!!!
Bueno, el caso es que la mami Gaby fue a hablar con el arrendatario de la cabaña y le contó que el Tomy era hijo de ella, que ella lo había educado, y que él tenía casa, cama, caja de arena y "mujer" (yo), que el hecho de pasar la noche en casa de personas le estaba cambiando la vida, se estaba poniendo flojo, gordo y ya no iba a poder hacer bien su trabajo de marcar con su olorcito a gato todas las cabañas por fuera para que no se acercaran los ratones.
También la mami Gaby le dijo al arrendatario de la cabaña, que si le gustaban tanto los gatos, cuando yo tuviera hijitos (ay!! nadie me había hablado de eso), él podía elegir uno y criarlo como regalón. Es que no me van a preguntar antes??
Pero bueno, esto le gustó mucho al arrendatario y dijo que iba a regalonear al Tomy en otros horarios y que iba a llevar la comidita especial para nuestra cabaña para que la compartiéramos los dos. Miauuuu, miauuu!!
Por supuesto yo no le dije nada a Tomi de mi pololeo con el Pituco, además creo que ni se va a dar cuenta, ya que Pituco trabaja en una salmonera, y sólo tiene un día libre (los domingos) cada dos semanas!! Aunque son tan raros los amores de los gatos que la mami me dijo que si el Pituco no vuelve más es que ya se terminó el pololeo y que como en 2 meses íbamos a saber algo sobre él... ¿A qué se referirá?

Martes 06 de Septiembre: Actualización
Agosto no llega a todos los gatos por igual, y bueno, dicen que tiene que ver con la temperatura. Todos sabemos, ha hecho mucho frío, por lo que Merkén no había entrado en celo y las visitas de Pituco al parecer, eran sólo de reconocimiento pero...
La Merkén perdió la cabeza, es por ello que este capítulo lo escribo yo (Gaby), ya que ella no está en condiciones de concentrarse en otra cosa que no sea el amor.
El día sábado en la mañana después de tres semanas que no se dignaba a volver, llegó el Pituco, más patudo que nunca. Marcó territorio por todos lados y hasta se vino haciendo amigo de Tomi, eso duró sólo el día sábado, ya que las intenciones de Pituco claramente tenían que ver con su larga experiencia en conquistas gatunas, por lo que esta supuesta amistad era sí o sí un arma de doble filo y Tomi otro gato adolescente, no estaba consciente de lo que se le venía.
Bueno, primero que todo, el pobre Tomi tuvo que dejar todas sus costumbres de lado, y con eso me refiero a recorrer toda Ruta de Colonos, de ir a ver a sus otros papás a la cabaña del lado o irse a calentar las patitas a todos los autos que iban recién llegando. Todo quedó para el olvido, ya que su trabajo de cuidar de sol a sol a la loquita de la Merkén se transformó en su prioridad u obsesión. Qué importaban las siestas o comidas ricas, si la Merkén andaba como hipnotizada con el Pituco, sólo lo escuchaba a él, inclusive hasta ella aprendió un ronroneo que nunca había cantado antes.
La muy sueltilla estaba todo el día en la ventana posando para Pituco que le cantaba y/o se ponía a conversar con él en el patio o debajo de su casa lejos de Tomi, y él se moría de la rabia y se ponía entre medio tratando de no perder la compostura, así siguió la situación hasta el domingo a media tarde, cuando el Pituco se metió a la casa de Tomi y Merkén sin mi autorización. Ahí me bajó la rabia, y dije, "no estoy para alimentar gatos ajenos, y menos para tener alojados, así que cuando escuché gruñidos de pelea, eché al Pituco fuera de la cabaña de los gatos y dejé al Tomi y a la Merkén encerrados solos hasta el lunes en la mañana".
Al Tomi le dije, "mira que te estoy dando ventaja de aquí hasta mañana lunes para que conquistes a tu gata, recuerda que esta gatita la traje especialmente para que sea tu compañera, no vayas a ser tan leso de dejar que el Pituco te la quite".
"Sí mamá..." me dijo, "pero esta gatita está tan rara que me acerco y me saca las uñas, antes no era así".
"Bueno, tú verás qué haces", le indiqué, "yo no puedo hacer nada más que sacar al Pituco de en medio".
Yo pensé que con eso el Pituco se aburriría y se iría, sobre todo si había ya logrado su cometido. Pero el lunes en la mañana mientras tomaba desayuno acostada, sentí llorar al Tomi, como escuchaba el sonido de la TV, sabía que yo estaba despierta en la pieza, así que se dio toda la vuelta y me vino a llorar a la ventana.
"¿Qué te pasa?" le pregunté, pero él se dio la vuelta y corrió hasta la puerta de calle, me levanté y vine a la puerta a ver qué pasaba. Lo acaricié, lo miré de la nariz a la cola y se veía bien, ningún mordisco o rasguño.
"¡Mamá Gaby, por favor déjame entrar a la casa!", lloraba y lloraba... "por favor déjame entrar a tu casa ya?"
"Tú sabes que Sergio se enoja conmigo si dejo entrar gatos a la casa, así que no te puedo dejar entrar", le dije. "Quédate tranquilo, y si quieres súbete arriba del auto y me lo cuidas".
Entré a la casa, y luego de una hora, ya estaba lista para irme a pagar las cuentas, salgo de la casa, y en eso me ve el Tomi que estaba al final de la pampa, y corre donde estoy yo como alma en pena. Más parecía perro que gato de tan rápido que corría.
Llegó casi con la lengua afuera y me volvió a decir que por favor lo dejara entrar a la casa.

Como las cosas me parecían demasiado raras, decidí ir a ver qué pasaba con la Merkén, pensé que cuando la Roxana les abrió la puerta más temprano después del desayuno, la Merkén se había escapado con el Pituco.
Recorrí el sector en torno a mi casa y en torno a la casa de los gatos, que es el territorio de la Merkén, y... lo que vi fue peor de lo que pensaba. El Pituco estaba sentado en la puerta de la cabaña con la Merkén conversando muertos de la risa. El Tomi, venía detrás mío con la cola abajo todo agachado.
"¡Oh!", me djie, "el Pituco echó al Tomi de su propia casa, por eso Tomi quiere entrar a la mía, este otro gato experto se adueñó del cubil y del territorio de Tomi y lo expulsó".
Me di vuelta, miré al Tomi, y lo reté -sin que los otros dos escucharan-, "última vez que te voy a ayudar, tienes que transformarte en un gato grande, no puedes andar llorando por ahí, tienes que imponerte, Ruta de Colonos es tu territorio, y no puedes dejar que otro gato te eche".
Entonces me planté frente a la puerta de la cabaña y eché nuevamente al Pituco, el que muy patudamente me mostró los dientes diciéndome que esa casa y la gata eran de él.
"¿Qué te has imaginado sinvergüenza?", le dije, "no pienso pagarte veterinario ni desparacitarte ni nada gato fresco, te vas!", y me abalancé sobre él. Por supuesto gané la pelea y logré que saliera de la cabaña. ¿Pero cómo podría imaginarme que la Merkén se iría con él? ¿Qué cosa? Sí, la muy traicionera como un zombie se fue detrás del gato amarillo para esconderse debajo de su casa.
Saqué voz y le mandé un grito severo y enojado, "Merkén te vas para la casa ahora, se acabó la fiesta... a la casa Merkén!" y menos mal me hizo caso y se entró.
El Tomi que había sacado fuerzas de flaqueza, metió la cabeza debajo de la casa y estaba tratando de hacerse el fuerte sacando garras y gruñéndole a Pituco... a esas horas ya no renía paciencia para más pelea de gato.
Llamé al Tomi y le dije que se viniera para su casa, que ya bastaba que mejor cuidara a la Merkén y los dejé encerrados hasta hoy en la mañana.
¿Qué pasaría finalmente?
Eso no puedo saberlo, sólo la Merkén sabe, pero está muy enojada y no quiere hablar conmigo, hoy no me quizo mirar, me dio la espalda todo el rato, y cuando le dije que me saludara, se puso de guata pero con la cabeza vuelta hacia los árboles.
Por el contrario, Tomi, ha vuelto a ser el de antes,- el de antes de enamorarse de sus otros papás-, me ve y corre a saludarme, está de nuevo muy cariñoso y regalón.
En fin. Parece que ya pasó todo y el romance gatuno terminó, no muy bien, con intervención humana, pero menos mal, terminó. Ahora espero poder ser abuela en poco tiempo, y si los gatos salen amarillos o plomos, no importa, mientras esta historia tenga un final feliz.
* Cuento apto para niños acompañados por padres que les expliquen sobre la reproducción, ya que sea como sea la gatita podría estar preñada y eso hay que explicar cómo sucedió.
Actualización y final:
05 de marzo 2013
Quiero recordar hoy a alguien muy especial que nos acompañó por dos años, fiel como ninguna, la mejor en su pega, cariñosa y especial como nunca conocí antes. Nuestra gatita Merkén, mamá, abuela y amiga, que se fue este sábado al cielo estrellado de los gatos buenos y cariñosos.
Con la Vale te extrañaremos tanto gatita tierna.
Amaste la libertad y la tuviste toda a tu antojo, pero esa libertad te alejó de nosotros, pues es imposible que alguien tan inocente y soñadora como tú pudieras medir el peligro que en la noche significan dos luces hacia tí en el camino.

Cazuela de Cabeza de Cordero - cocina tradicional Chilota

* Incluye Receta!!

Fue uno de esos veranos en familia, cuando llegaban a Puerto Montt los parientes de Valdivia, Santiago y otras latitudes. Era un mar de gente donde se mezclaban las edades, generaciones, colores y modas.
Por lo general tía Elena y tío Chicho eran el punto de atracción de este familión, donde primos, sobrinos, tíos no se diferenciaban fácilmente, ya que la familia Quintana era tan extensa que a mis 9 años ya era tía abuela de algunas damas y caballeros que se veían mayores que mi madre y a veces hasta mayores que mi padre -y eso sí que es mucho decir, ya que él aunque fuera el menor de 13 hermanos, cuando conoció a mi madre pasaba de los 50 años.
Bueno en fin, los Quintana siempre fuimos un familión ruidoso, que muchas veces en la temporada estival dejábamos el caserón de tía Elena en el centro, o el gran parque de Pelluco donde vivíamos, para internarnos en diversos lugares costeros de la Región de Los Lagos.
Así llegamos una de las primeras veces a Metri, un lugar a unos 30 km de Puerto Montt por la naciente Carretera Austral. Sector costero, caleta de pescadores donde habían unas pocas casas, donde los turistas casi no llegaban a no ser que tuvieran automóvil, y la atracción de todo esto eran sus playas de arenas blancas enmarcadas por grandes rocas suavizadas y pulidas por las olas del mar.
Ese año dispersamos nuestro amplio equipaje de Año Nuevo por la playa actualmente conocida como el "Istmo", una especie de montaña de arena que se eleva entre dos rocas y que no importa la marea, siempre hay espacio de arena seca por donde transitar.
El traslado de comistrajos, choapinos, mesas, sillas, manteles, leña, etc. era bastante grande y por supuesto todos teníamos que ayudar, ya que pasaríamos un día de playa en ese lugar y no debía faltar nada. Hay familias que todavía se trasladan de esa manera, podría decirse que era como llevar la cocina y el comedor a la playa, todo un panorama para los más chicos, ya que eso nos permitía inventar más juegos.
Todo iba viento en popa (perfecto), ya ponían la mesa y calentaban la grande e inmensa olla con la cazuela, cuando tía Elena dice: "¡La cazuela de cabeza con luche está bien sabrosa!" -ya que la había preparado en su casa y ahora sólo había que calentarla-.
"¿Cabeza...?" esa palabra me quedó retumbando en el interior y me acerqué a preguntar a tía Elena por qué se llamaba así la cazuela.
Mi tía Elena, antes que mamá maquillara la historia para evitar llantos y escenas de asco..., me dijo, "bueno es porque la cazuela tiene adentro una cabeza de cordero entera, que es la que le da el sabor especial, y luego también comeremos esta cabeza..."
Cómo borrar esas frases... "una cabeza entera adentro de la olla..." me repetí, "una c-a-b-e-z-a..." deletree mientras caminaba directo a la olla para ver con mis propios ojos si no me estaban tratando de hacer tonta, o si era simplemente una broma. Levanté la tapa de la gran olla de aluminio que se calentaba sobre una parrilla al fuego, y pude observar, que tal cual como había dicho tía Elena, había adentro una cabeza de cordero depilada, con orejas, nariz, todo, excepto el resto del cuerpo, o sea una oveja había sido degollada para preparar nuestro caldo. Para amenizar la observación, alrededor de la cabeza que asomaba en este profundo caldo, flotaban papas, trozos de zapallo, arvejitas sinilo, trozos de morrón rojo y verde…. Y todo ello acompañado por gran cantidad de arroz y luche (alga marina verde oscuro – prensada y seca es conocida actualmente como alga nori). Todo ello ya vertía con la temperatura exquisitos vapores llenos de sabores y condimentos tan típicos de nuestro Chiloé.
Yo abrí tanto la boca que casi dejé caer la tapa al suelo, cosa que mamá ya había previsto y estaba a mi lado agarrándola para que no cayera en medio de la arena.
No me dio miedo, no lloré, sí me pareció grotesca la escena, sentía la falta del cuerpo del animalito, con sus facciones tan suaves como un perro grande. Y esto vamos a comer? –pregunté a mamá. Si Gaby, me dijo ella, es muy rico, es igual que cualquier cazuela, pero tú sabes que tía Elena siempre trata de hacer todo como en su tierra –Chiloé- entonces bueno, comeremos cazuela y al final el que quiera podrá sacar un pedazo de cabeza… la lengua es lo más rico… dijo ella con voz azucarada, sabiendo que la lengua era mi presa favorita.
Bueno, si me había tocado estar en una familia de caníbales locos, tendría que ser un poco como ellos, y bueno, como no conocí al corderito cuando tenía su cabeza, no me miró a los ojos y no me dijo su nombre, bueno, era un desconocido y muy sabroso pedazo de carne, así que a comer se ha dicho. Todos comimos, disfrutamos y saboreamos de la cazuela, excepto mi hermano Bernardo que… nunca le ha gustado el  “luche”, y que salió premiado con la lengua del corderito con unas papitas calientes que mi mamá tuvo que lavar bien para que estuvieran sin algas.
Bueno, y ahora para los caníbales golosos con ancestros chilotes, acá va la única y verdadera receta de la Cazuela de Cabeza de Cordero con Luche:
Cazuela de Cabeza de Cordero con Luche y Cilantro (inspirado en una receta de mi mamá).
1 Cabeza de Cordero (oveja nueva)
4 patas de Cordero (pies de oveja joven)
1 a 2 cucharadas de aceite o manteca (de cerdo)
Ajos Chilotes a gusto (ajos grandes y blancos)
Cebolla a gusto
Ají de Color, Sal, Pimienta (a gusto del cocinero)
Arroz (que no sea pre graneado)
Arvejas de tabla (sinilo)
Zanahorias
Porotos verdes
Papas peladas según el número de comensales
Cilantro picado fino.
Luche remojado y lavado (sacar arena y algún cangrejito que pudiera tener).
Preparación inicial: Se quema la cabeza y las patitas de cordero (para que quede peladita y sin lana). Luego raspar enérgicamente con un cuchillo y lavar muy bien en agua corriente. Con un serrucho separar el hocico (mandíbulas), limpiar lengua y todo el interior de la boca, nariz. Luego con el mismo serrucho cortar el cráneo (la tapa de los sesos) en redondo hasta que se separe en dos, abrir el cráneo y lavar los sesos y las orejas. Esta parte o tapa craneana hay que volver a ponerla en su lugar dejando los sesos adentro, y coserla bien firme con hilo grueso de algodón.
Sofreír la cabeza y las patitas en una olla donde entren libremente (quede espacio alrededor para el líquido) con unas dos cucharas de aceite o manteca, ajos machacados (en mortero de piedra), sal, pimienta, cebolla picada en daditos pequeños y ají de color.
Luego agregar una buena cantidad de agua y dejar cocer, luego del hervor, poner a fuego lento y esperar a que esté blanda.
Mientras se cocina ponga en una olla aparte a cocer las papas (1 para cada plato, dependiendo de los comensales).
Pique el cilantro y deje en espera.
Sofría en un sartén de tamaño adecuado cebolla picada en dados con ají de color y sal, juego vaya colocando el luche previamente lavado y estilado (para que no salte aceite).
Cuando la cabeza y patitas ya están blandas, poner  en el caldo de la olla las verduras de la época, como arvejitas de varios tipos, porotos verdes, zanahorias picadas en palitos, etc. Finalmente colocar el luche sofreído.
Sirva en plato hondo primero la papa, luego una cantidad importante de caldo y como toque final el cilantro. La cocinera puede también poner al más goloso una patita de cordero entera en su plato o ir faenando la cabeza, y repartiendo las diferentes presas a los comensales.
Esta es una comida típica de Chiloé que con suerte pueden disfrutar en un campo en la época en que se faenan los corderitos nuevos.